top of page
Vanina Kala Waizmann

¿Cómo reconocer la herida de la vergüenza? | Living With Totality

Hoy quiero hablar sobre un tema profundo y universal que nos toca a todos: la herida de la vergüenza o desvalorización. En particular, es la herida que más de cerca me tocó y me llevó mucho tiempo darme cuenta que estaba tomada por el trance de la vergüenza.

herida de la vergüenza

¿Qué es la herida de la vergüenza?

La vergüenza o desvalorización, también ligada a la autoestima, es una emoción que surge cuando sentimos que no estamos a la altura de nuestras propias expectativas o las de los demás. Es un sentimiento de no ser suficiente, de no sentirse valioso sólo por ser. Entonces tratamos de encontrar valor en cómo nos vemos, qué alcanzamos, qué hacemos, etc. Sentimos entonces un valor condicional, relacionado con lo que aprendimos de pequeños. "Si soy educado me van a querer", "si me vuelvo rico entonces lo logré", "si no soy fit entonces no soy digno de amor", etc.


El impacto de la vergüenza

La vergüenza puede manifestarse de muchas formas en nuestras vidas. Puede hacernos sentir pequeños, invisibles y ansiosos. Puede llevarnos a adoptar máscaras para forzar ciertas compensaciones que intenten mitigar que se manifieste o se haga visible esta herida. 


En mi caso, luego de mi viaje a la India hace más o menos 15 años, me di cuenta que yo estaba compensando mi herida de vergüenza acumulando currículum, experiencias y conocimientos. Eso era lo que a mí me mostraba que yo era valiosa e inteligente (la educación y el IQ eran muy valorados en mi casa). 


La depresión: grado máximo de la herida de la vergüenza

Nuestros pensamientos, cuando somos tomados por el trance de la vergüenza, juegan un papel muy importante. Desde el "debería haber dicho o hecho...en un determinado momento”, a algo más crónico donde toda nuestra identidad está tomada por esa sensación de sentirnos fallados o insuficientes.


Un gradiente máximo de esta herida, que podemos llamar depresión más profunda, e incluso la ideación suicida, parte de la idea de que el mundo estaría mejor sin mí, o que no soy digno de ser amada/o.

verguenza chico

Abrazar la herida: El primer paso hacia la sanación

Para empezar a entender y desarmar esta herida es importante comprender cómo nos comportamos, qué hacemos para no sentir vergüenza. El primer paso para sanar la herida de la vergüenza es reconocer su existencia, abrazarla tal como es; no deja de ser parte de nuestra esencia, pero no por eso tenemos que estar sometidos a ella.  


Es crucial ser compasivo con nosotros mismos y entender que todos tenemos esta herida. Es importante entender cómo funciona en nosotros para poder darnos cuenta cuándo somos tomados por ella y no creernos lo que nuestros pensamientos nos dicen en ese momento. Así, podremos tomar distancia de ellos y entender que no somos eso.


Anatomía de la herida de vergüenza

Luego de animarnos a adentrarnos en ella, es útil ver cómo funciona la herida de vergüenza en uno mismo. Para ello, podemos detenernos en tres cuestiones:

  • Cómo se siente esa herida en nosotros: la herida de vergüenza puede sentirse como un manto pesado, opresión en el pecho, calor en la cara, entre otras cosas. Saber cómo se siente uno mismo es importante para poder detectar cuándo estamos tomados por la misma.

  • Qué pensamos cuando estamos tomados por ella: cuando estamos en el trance de la vergüenza pensamos cosas de la índole de "No soy suficientemente…", "Si fuera…, sería valioso", "Nunca voy a poder…"

  • Qué hacemos cuando estamos tomados por ella: muchos de nosotros nos escondemos, o usamos máscaras o roles que pensamos son aceptados, o compensamos complaciendo, o anestesiamos distrayéndonos con alcohol, drogas, el teléfono, etc.


Cambiar el canal del pensamiento

Una herramienta útil para sanar esta herida es adentrarte en ese juez crítico que te dice constantemente que no eres suficiente, y cambiar el canal del pensamiento, de la cabeza, al corazón. Te invito a poner sobre la mesa cada uno de los pensamientos críticos que tienes de tí mismo, y a conectar con el centro de tu pecho para activar una parte más amorosa, que pueda cambiar el canal de los pensamientos a pensamientos más amorosos. Pasar de "No soy suficientemente…" a "Estoy aprendiendo", por ejemplo. Te invito a escribir opciones más amorosas para cada pensamiento crítico que tu juez te ofrece.

vanina kala

Volverte un investigador experto de cómo actúa en tí la herida de vergüenza o desvalorización es un proceso profundo y resulta en una maravillosa apertura a una vida más libre y amorosa. Te invito a emprender ese camino.


Para comenzar a emprenderlo, te acerco este video que encontrarás en mi sección Recursos, titulado: "No me siento suficiente: una exploración de nuestra vergüenza, autoestima y culpa". Espero que te ayude en tu proceso, y puedes contactarme por cualquier cosa que necesites.


Con amor,

vanina kala firma


69 views0 comments
bottom of page